Por: Manuel González Delgado.
No se si es mal gusto o incompetencia la de los alcaldes del Rímac en general, pero desde que me acuerdo no ha habido algún alcalde que se pueda decir que valió la pena porque la hermosa comuna rímense sigue siendo un desastre sobre todo en lo urbanístico.
Eso sí, para poner placas con su nombre en todo son campeones, como ese muro en las afueras de sombra, mas grande que si se hubiera puesto uno en homenaje al virrey Amat o a un torero peruano famoso.
En tal sentido detrás de los tendidos de sol, a la altura del 13, 14 y 15 se ve una construcción de un edificio que supera la altura de la plaza, una rustica y de pésimo gusto edificación sin tarrajeo que le quita toda esa belleza de la Plaza de Acho, que siempre nos ha llenado de orgullo a todos los peruanos, sean aficionados o no.
Evidentemente esto no tiene hoy en día solución, pero lo que si pudo tener es previsión antes de que se construya.
¿No hay en el Rímac un departamento urbanístico?
En fin, lo hecho…hecho esta, aquellas fotos bellas desde adentro de la plaza, desde el ruedo con el San Cristóbal de fondo, ya son parte de la historia, ahora serán con ese horroroso “tendido de los sastres” digno de ganar un premio a la peor construcción de albañilería de mal gusto.