PUERTA GRANDE Y ESCAPULARIO… SEBASTIÁN CASTELLA SALE EN HOMBROS JUNTO CON ROCA REY EN LA ÚLTIMA DE FERIA Y CONQUISTA MÁXIMO TROFEO.

Por: Luis Miguel León
Fotos: Manuel González / Andrés Zolla

Con mucha expectativa llegamos a la última corrida de la Feria del Señor de los Milagros 2024. Con cartel de “no hay billetes” y, en el marco de una tarde soleada, se lidiaron toros de la ganadería española de Nuñez del Cuvillo, en general bien presentados, aunque de juego dispar. Partieron plaza Sebastián Castella, de grana y oro, José María Manzanares, de morado y oro y Roca Rey, de sangre de toro y oro. Antes del paseíllo, el público disfrutó de la habitual actuación del batallón Juan Fanning y de la banda de la Marina de Guerra del Perú, esta vez en dos desplazamientos, un pasodoble y una marinera.

El primero de la tarde se sale suelto y aunque es parado por los subalternos, acude al capote de Castella punteándolo y sólo permite un par de finas verónicas. Tras derribar al picador nacional Joseph Rojas, hay un quite por chicuelinas del torero galo, muy ceñidas, que son rematadas por la media. Corta el viaje en banderillas el animal, pero los subalternos son eficaces. Empieza con pases por alto atornillado en la arena Castella y la faena parece ganar intensidad, pero el toro va acusando su poca fuerza. Intenta por ambos pitones, pero no hay material, pese a lo cual logra algunos muletazos demostrando su gran técnica. Estocada ligeramente desprendida y un descabello que parecen ser suficientes, pero el puntillero lo levanta. El diestro espera con tranquilidad a que doble el toro, ante cierta impaciencia de un sector del público. Silencio a la labor del francés y algunas protestas al animal en el arrastre.

Se revuelve prontísimo el cuarto y Castella, no obstante lo cual logra algunas verónicas a pies puntos cerca de las tablas. Luego de la suerte de varas, hay un muy buen quite del diestro de Beziers con el capote en la espalda. Ya de muleta, inicia Castella su trasteo con un cambiado por la espalda y luego derechazos, uno de pecho, redondos y pase del desprecio, rematando con uno más de pecho y el público está con él. Series por ambos pitones, con gran clase, derrochando temple y técnica, incluso aguantando algunos parones del toro que, no obstante ello, termina rompiendo y demostrando su calidad. Arrimón de Castella, toreando por redondos invertidos que remata con un cambiado por la espalda y un desplante, dejando en la arena la muleta. Manoletinas finales, cambio de mano y el de pecho en una faena de gran dominio del francés y con el público totalmente entregado, llegando incluso a haber cierta petición de indulto, exagerada en nuestra opinión. Estocada entera, en muy buen sitio y dobla el burel, cortando las dos orejas de manera muy merecida y dándose la vuelta al ruedo al toro en el arrastre.

El segundo de la tarde, para Manzanares, es soso de salida en el capote y es picado con solvencia por Paco María. El toro espera mucho en banderillas, pese a lo cual “El Rata” y Nilton Canales protagonizan un buen tercio. Ya de muleta, inicia el torero alicantino su faena por pases por alto por el pitón derecho. El toro embiste con la cara arriba pero el diestro, con mucha técnica, logra instrumentar buenas series, sobre todo por el pitón derecho, que es el más potable, estando el público con él. Media estocada en buen sitio y luego de cierta espera, dobla el ejemplar español. El puntillero se eterniza y levanta al toro, enfriando al público, por lo que todo queda en una ovación que saluda desde el tercio.

El quinto es abanto y Manzanares va a buscarlo hacia los tercios, logrando buenas verónicas que remata con una revolera. Con la muleta, ha pases de tanteo en el inicio de faena y derechazos con suavidad y empaque para luego cambiar de mano y pegar un natural que engarza con el de pecho. Series de gran calidad por ambos pitones, sacando el máximo provecho del toro, que, sin embargo, se apaga pronto. Arriesga mucho al matar recibiendo y lamentablemente queda muy contraria la espada, perdiendo cualquier trofeo, pese a lo cual el público reconoce la labor del diestro y lo obliga a dar una muy justa vuelta al ruedo.

Larga cambiada de rodillas cerca de las tablas de Roca Rey para recibir a su primero, que se asoma con alegría al ruedo, aunque se sale suelto. A pesar de las condiciones huidizas del toro, el torero peruano demuestra su gran voluntad y busca a su enemigo saliéndose hacia los medios para instrumentar verónicas y chicuelinas que remata con una serpentina. Quite por caleserinas y un remate soltando la punta del capote y dos medias belmontinas que hacen vibrar al público. Brinda a la concurrencia Roca Rey y la gente quiere verlo triunfar. Inicia de rodillas su labor de muleta el peruano con un cambiado por la espalda que liga con pases de pecho, derechazos y un cambio de manos para rematar con la mano izquierda. De ahí en más, series por ambos pitones, destacando sobre todo los derechazos, que son interminables, con mucho poder, haciéndolo todo él. Redondos invertidos y ayudados por alto en el final de la faena. Estocada entera, ligeramente trasera, aunque de efecto mortal. El toro tarda en doblar y el puntillero lo levanta, entre las protestas del público ante la reiterada impericia. El Juez concede la primera oreja y otorga la segunda en medio del arrastre, generando innecesariamente ciertas protestas del público. De todas formas, Roca Rey da la vuelta al ruedo paseando los trofeos en medio de la aclamación mayoritaria del público ante su gran labor.

Lo va sacando a los medios Roca Rey, tratando de romperle la querencia y logra bonitos delantales. El toro arremete contra los dos picadores, derriban a “Yaco” y casi haciendo lo propio con David de la Barra. Gran quite en los medios de Roca Rey, con chicuelinas ceñidísimas y caleserinas en las que pasa el toro por    rincones imposibles. Brinda nuestro figurón del toreo a su madre y empieza su trasteo con muletazos por alto, saliéndose de las tablas. Derechazos a media altura en una serie corta y parece haber encontrado algo de material. Con paciencia, dándole tiempo al toro, va sacando algo de provecho, pegando pases de buena factura, aunque el toro se apaga pronto, pareciendo acusar un volatín sufrido durante la suerte de banderillas. Estocada entera ligerísimamente desprendida, recibiendo aplausos en reconocimiento a su esfuerzo.

Termina el festejo y también una edición más de la Feria del Señor de los Milagros, convocándose de inmediato a sesión del jurado elegido para la votación destinada al otorgamiento de los premios. En ese sentido, Sebastián Castella se hizo acreedor del Escapulario de Oro por cuarta vez en su carrera como matador de toros, mientras que el Escapulario de Plata al mejor toro fue para “Novelero”, de Nuñez del Cuvillo, lidiado en cuarto lugar por el propio matador francés y que le permitió el triunfo en la última de feria.

Como hecho curioso, cabe mencionar que, durante el tercio de banderillas del cuarto toro de la tarde -segundo del lote de Sebastián Castella-, se tira al ruedo de espontáneo el novillero ecuatoriano Juan Palacios “El Pantera”, quien, tras pegarle un par de pases al toro, casi es prendido. En ese momento, Roca Rey demostró una vez más su grandeza torera y humana, no solamente haciéndole el quite, sino además arropando al novillero, tratándolo con especial cariño e impidiendo que fuera aprehendido violentamente por las autoridades.

Un detalle fundamental respecto de las decisiones del juez de plaza es que éstas deben ser siempre firmes, independientemente de si terminamos estando de acuerdo o no con ellas. En efecto, la reiterada situación de otorgarse trofeos cuando el toro está en pleno arrastre desmerece totalmente la categoría de Acho, por lo que debe ser erradicada de plano.

Finalmente, les presentamos una breve síntesis de los toros lidiados durante el festejo: