CRÓNICA DE UN ADIOS… EXITOSA DESPEDIDA DE FERNANDO ROCA REY EN LA PRIMERA DE ABONO. OREJA PARA COLOMBO Y POCA FORTUNA PARA ESCRIBANO CON SU LOTE.

Por: Pedro León Martínez / Luis Miguel León

Con casi tres cuartos de plaza se realizó la primera corrida de toros del abono de la Feria, lidiándose tres toros de la ganadería de Roca Rey y tres toros de La Viña. A las 3:30 p.m. se inicia el paseíllo encabezado por Manuel Escribano, vestido de gris plomo y oro, Fernando Roca Rey, de verde hoja y oro y Jesús Enrique Colombo, de grana y oro.

El ganado tuvo una discreta presencia, generando algunos ejemplares las protestas del público, especialmente el segundo y el cuarto de la tarde. En cuanto al juego, en general todos cumplieron en relación con las condiciones para la lidia, destacando el quinto de la tarde y, en especial, el sexto de la divisa de La Viña.

Manuel Escribano no ha tenido suerte, pues su primer toro, bonito de hechuras y bien armado, solo sirvió en el primer tercio, recibiéndolo con una larga cambiada y luego por verónicas que se aplaudieron, resaltando su toreo de capa durante toda la tarde. Para el segundo tercio, a invitación de Escribano, actuaron los tres espadas, destacando los pares de Roca Rey y Colombo. Con la muleta, tras brindar a Fernando Roca Rey, empieza con ayudados por alto su labor cerca a los tercios y, no obstante que hay algunos buenos muletazos, el toro se va apagando, desluciendo con ello los intentos del sevillano por cuajar una buena faena, pese a mostrar mando y oficio. No está acertado con la espada y termina oyendo sólo leves palmas de un pequeño sector del público, en mérito a su empeño.

Al cuarto toro lo recibe Escribano con una larga cambiada a porta gayola, pero el público protesta ruidosamente por la poca presencia del toro, logrando que el Juez ordene su devolución a los corrales. El sobrero, de la ganadería Roca Rey, de similares características, es también protestado y, a su condición de pocas hechuras agrega su mansedumbre, huyendo permanentemente, lo que se intensifica durante el segundo tercio en que el diestro hispano se empeñó en banderillear, no resultando ello apropiado, pues fue un tercio de mucha duración y poco vistoso. Con la muleta no hay nada que resaltar por las escasas condiciones del toro, insistiendo inútilmente Escribano en medio del malestardel público; pinchazo y media estocada en buen sitio y dobla el animal, que es protestado en el arrastre, silenciándose la labor del torero de Gerena.

Fernando Roca Rey ha estado muy bien en la que fue su última presentación como matador de toros. Toda la tarde con muchas ganas, se ha lucido en banderillas cada vez que lo hizo, tanto en su lote como cuando fue invitado por Escribano y Colombo en sus respectivos toros. Muy bonito y significativo además el detalle de invitar a banderillear en el quinto toro a sus subalternos de confianza que lo han acompañado desde siempre en su carrera; gran gesto de torero y de señor y que además caló hondo en los tendidos, pues tanto “El Loro” como Ronald Sánchez se lucieron al igual que su matador, siendo muy ovacionados, en especial cuando se abrazaron emotivamente al terminar el tercio.

Con el capote y la muleta ha estado realmente bien el matador nacional a lo largo de toda la tarde, toreando con temple y con mando con ambas manos. Tras una destacada lidia de capa a su primero -por verónicas en el recibo y en un quite por chicuelinas con manos bajas luego del tercio de varas-, resulta destacable la faena de muleta a dicho enemigo, cuya muerte brindó a su madre y en la que resaltan una buena serie de derechazos de rodillas y una gran tanda de naturales; no culmina lamentablemente su labor con la espada, pues pinchó dos veces hasta lograr una estocada algo desprendida, terminando silenciada su labor. Por su parte, con el quinto, está nuevamente sólido con el capote, recibiéndolo con verónicas de manos bajas pegado a las tablas hilvanadas con una media y con un recorte de estilo belmontino para luego ejecutar un bonito quite por caleserinas. Ya con la muleta, luego del brindis final a su padre, inicia su faena sentado en el estribo, para luego instrumentar buenas series con ambas manos, con la mala suerte de que el toro se apaga pronto. Va a por todas al encuentro en la suerte suprema y coloca una muy buena estocada que mata sin puntilla, cortando una merecida oreja y dando una vuelta al ruedo muy aclamada.

Jesús Enrique Colombo puso mucha voluntad con sus dos enemigos, muy bullidor y denotando que está muy puesto con los toros. Es valiente y buen banderillero, demostrando tener muchas facultades. Recibió a sus dos toros con largas cambiadas de rodillas e instrumentó un lucido quite por lopecinas al sexto de la tarde. Con la muleta estuvo bien en su primero, toreando con ambas manos, aunque sin llegar mucho al tendido, salvo en las bernadinas finales; mató de pinchazo y estocada desprendida y recibe una benévola oreja. Al sexto, el mejor toro de la corrida, le realiza una faena vibrante, toreando con ambas manos en series largas y bien rematadas y terminando su trasteo en dos tiempos, con un molinete de rodillas, redondos y el pase de pecho primero y luego con manoletinas y un pase del desprecio. Se excede un poco en la faena y coloca dos pinchazos, una estocada y un descabello, quedando todo en una vuelta al ruedo.

Al término del festejo, hay un breve homenaje de despedida de los ruedos al gran subalterno peruano Fernando González “El Pato” y, tras ello, Fernando Roca Rey es retirado en hombros por una importante multitud de personas, dentro de la cual se apreciaba incluso a su hermano Andrés.

Un detalle para quienes se encargan de la redacción de los programas de mano de las corridas: en la descripción de los matadores se consignó, en el caso de Fernando Roca Rey, la indicación de que es hermano de Andrés Roca Rey, lo cual, sin perjuicio de que es una obviedad, creemos que puede ser hasta impertinente, pues la importante trayectoria del mayor de los Roca Rey no requiere de ser asociada a nadie, ni siquiera a su hermano.

Finalmente, les presentamos una breve síntesis de los toros lidiados durante el festejo: