Por: Manuel González Delgado “Kchi”
Siempre es muy bonito poder disfrutar de los festivales de aficionados prácticos pero la escaza verdadera afición en Lima se evidencia en los tendidos, a pesar de que el costo de las entradas es cero, sólo había que llevar un juguete o víveres para los niños de “Casa Hogar Caritas Felices”, es verdad también, que con el plausible afán de darle oportunidad a la mayor cantidad de “señoritos toreros” y aunque este, me refiero al festival, este dividido en dos partes es demasiado largo para un solo día, pero el esfuerzo de José Ignacio Bullard por organizarlos y por todo lo que hace por la fiesta fue reconocido con una placa por AFICIONPERU, junto a Enrique Sifuentes.
Es evidente que no se debe y puede hacer una crítica exhaustiva de la actuación de los toreros aficionados, pero eso no es impedimento para comentar algunas cosas que a mí forma particular de verlas no me podrían ser diferentes y mas taurinas de acuerdo a los cánones del toreo, según lo aprendí en mis 57 años viendo toros.
Por ejemplo, siempre en los festivales, en nuestro medio se ha usado el torerísimo “traje corto” que le da prestancia al actuante, le da torería, independientemente de su estado físico, siempre es muy torero, mientras que salir de blanco puede ser mas cómodo tratando de imitar a como se viste un “chalan” que va a caballo, pero de torero no tiene absolutamente nada, además con sólo hacer el paseíllo y apoyarse en el callejón ya se ver sucio. Peor aún cuando se ponen sacos como para ir a trabajar a una oficina.
Dicen que fumar es dañino para la salud, pero es peor hacer el paseíllo fumando tratando de imitar a “El Pana”, supongo y, por ejemplo, con la correa del pantalón medio desatada, pero como digo es mi concepto. Siempre por más aficionado que fuese, hay que cuidar las formas.
Entiendo claramente que se llamó “Festival del Criollismo” pero hay canciones y canciones que colaboran ha enriquecer la actuación del torero y para ello hay que escogerlas mejor y en el mejor de los casos la banda ayudaría más o marineras limeñas por ejemplo como en esta foto video, pero repito, es mi gusto personal.
En el toreo si no se está con los pies bien puestos en la tierra es muy fácil como equivocarse cuando se reciben los trofeos después de la faena, como pensar que, si el burel cae pronto por ejemplo después de la estocada, esta ha sido buena, cuando en realidad ha sido muy mala en todo sentido, cuando se debe entender que más bien es un cariñoso estímulo al aficionado. Esto lo vimos en casi todas las faenas, ojalá se entienda así.
Estos son algunos pequeños detalles que en mi criterio con el tiempo podrían corregirse, y repito, es mi punto de vista que puede ser compartido o no, y en ambos casos es muy respetable.
Sobre la actuación de los “señoritos toreros” vimos de todo un poco, algunos mejores que otros, pero eso sí, todos con gran merito de estar delante de los “cornúpetas” y procurar pegarle lances y muletazos de acuerdo a sus capacidades técnicas y toreras. Todos, sin excepción merecen un reconocimiento por su esfuerzo, tanto taurino como económico, además la satisfacción de estar en el ruedo no se las quita nadie, sus recuerdos fotográficos y de video quedarán para siempre, por mi parte felicitarlos a todos y aunque no asistí por cuestiones de salud al primer festival. Fueron un total de 14 novillos y un toro en una extensa jornada taurina.
De todos los actuantes me gustaron mucho las actuaciones de Enrique Sifuentes y Marcial Bazán Bustamante, el primero porque para realizar su tauromaquia, única y personal hay que llevar al novillo prendido en la muleta en todo momento y esa es la diferencia entre torear o simplemente pegar pases y en cuanto al segundo porque su labor tuvo estructura y esa es la base del buen toreo, tuvo principio y final lo que evidencia que se piensa delante de la cara del toro.
Finalmente, ya no tengo más palabras para felicitar a José Ignacio Bullard, el organizador de los mejores festivales de “aficionados prácticos” de los últimos tiempos, su labor tanto en el ruedo como fuera de él enriquece enormemente la fiesta en nuestro país, todo lo que hace fomentando la tauromaquia en todo el Perú es la mejor manera de defenderla, los hechos valen más que mil palabras, es un gran orgullo su pasión en términos reales, ha escrito y sigue escribiendo con todo ello “páginas de oro” en nuestra historia taurina, para expresar lo dicho de una forma más taurina…”una Puerta Grande” es muy pequeña para agradecer su labor, muchas gracias por todo “MAESTRO”.