Por Manuel González Delgado “Kchi”.
La corrida del pasado 5 noviembre, fue una tarde muy rara en todos los sentidos, que terminó de rematarse con una lluvia que empapo a todos los asistentes.
Muy mal el diestro español “El Fandi” al presentarse en la plaza ese día con un mal crónico que le impedía torear como era lógico, y al margen de lo económico y me refiero a los aficionados que fueron a ver una terna y no un mano a mano, esta mala decisión le quitó el puesto a algún torero sobre todo un peruano que muy ha podido conformar la terna, Acabado el paseíllo se dirigió a la enfermería para ser infiltrado y salir corriendo el turno en tercer lugar, no pudiendo lidiar al toro de muleta porque después de un fallido par de banderillas.
Otro hecho y este positivo, es que el ruedo en esta oportunidad estuvo en magnificas condiciones para correcta lidia y el beneplácito de los asistentes.
Muy preocupante y muy mal de permitirlo por las autoridades pertinentes fue que varias personas totalmente ignorantes del peligro que corrían salieron al ruedo a arrear a los inútiles cabestros para guardar al toro que le devolvieron vivo a Gines Marín que sustituía al diestro “El Fandi”. El peligro a mi juicio fue tan grande que cualquiera de estas personas ha podido ser cogido y hasta muerto. Afortunadamente no pasó nada pero si hubiese pasado quien o quienes habrían sido los responsables, no es difícil pensar un poco más para darse cuenta de ello y no permitirlo.
La tarde en términos generales fue gris y muy rara, tanto así que no puedo ni describir la sensación que origino no sólo a mí sino a varios aficionados a los cuales les pregunte. Aunque los diestros Ferrera y Marín pusieron su mejor voluntad las actuaciones de los diestros Ferrera y Gines Marín no dijeron absolutamente nada, lances y muletazos que se perdían en el aire sin transmitir.
Al matador Gines Marín lo vi con demasiadas precauciones, es decir medroso y sin confiarse del todo, aunque también logró muletazos y series de buena factura cuando se confió un poco más, pero es que tampoco dijo mucho en sus quehaceres taurinos.
El diestro Antonio Ferrera dio todo de sí, y se esforzó por ser variado durante toda la tarde, fue prendido al entrar a matar sin consecuencias mayores que le impidieran seguir toreando a sus toros restantes. Ha dejado su cartel intacto para verlo en otra ocasión en Acho.
Los toros de San Pedro y Santa Rosa estuvieron bien presentados y dieron buen juego a excepción del sexto que fue muy malo de la ganadería de San Pedro.
Se hubiese cortado alguna oreja pero la espada no los acompaño en ningún momento.