Por Luis Miguel León
Era una tarde esperada por la afición como algo inédito en la historia de la Feria del Señor de los Milagros, pues empezarla con un mano a mano entre dos toreros peruanos con una importante presencia dentro de la actualidad taurina mundial, representaba un hecho sin precedentes que despertaba una particular expectativa.
Lamentablemente, la discreción en cuanto a la presentación del ganado y el pobre juego de algunos ejemplares impidió el triunfo rotundo que todos esperábamos, no obstante lo cual el público pudo, al menos, ser testigo del gran momento de Joaquín Galdós -quien fue el protagonista de los mejores pasajes del festejo- y de la incuestionable maestría de Andrés Roca Rey, quien supo estar muy por encima de un lote realmente para el olvido.
Se hubiera esperado una mayor afluencia de público a un festejo tan atractivo como éste, pero quizás la deteriorada economía de los peruanos influyó en que solamente estuvieran ocupados aproximadamente dos tercios del aforo de la plaza. En una tarde soleada y lidiándose ejemplares de las ganaderías nacionales de San Pedro, El Olivar, Santa Rosa, Los Azahares y Paiján, hicieron el paseíllo, ataviados a la usanza goyesca, Andrés Roca Rey y Joaquín Galdós, precediendo el inicio del festejo la ya tradicional antesala musical protagonizada por el batallón Juan Fanning de la Marina de Guerra del Perú.
El ganado tuvo una discreta presentación, generando algunos ejemplares las protestas del público, especialmente el tercero de la tarde, segundo del lote de Roca Rey. En cuanto al juego de los animales, solamente destacó de manera nítida el toro jabonero de El Olivar, correspondiendo su lidia a Joaquín Galdós como primero de su lote y segundo de la tarde.
Se sale suelto el primero, bonito de hechuras y no tiene codicia en el capote de Roca Rey, por lo que no hay mayor lucimiento. Ya en el trasteo de muleta, empieza su faena por alto con la mano derecha, quedándose muy quieto y rematando con el de pecho con la izquierda. Dos series cortas de derechazos, pues es todo lo que aguanta el toro y luego una de naturales, pero el animal no pasa bien por ese pitón. Arrimón en el final de faena, teniendo al toro totalmente sometido. Media estocada que es suficiente para que el toro doble pero el puntillero lo levanta. Dos descabellos y el toro finalmente se echa, pero con el público ya frío dado el tiempo transcurrido, quedando todo en el silencio a la labor del diestro.
Sale el tercero y hay protestas por el trapío del toro. Nada con el capote por las condiciones del burel y, ya de muleta, instrumenta el matador dos cambiados por la espalda y dos pases de pecho en el inicio de faena, aunque siguen las protestas, así que Roca Rey decide abreviar. Estocada algo desprendida pero efectiva, recibiendo un silencio respetuoso del público luego de la muerte de su enemigo.
Embestida incierta al capote la del quinto, así que hay solamente algunos lances de tanteo de Roca Rey. Trata de iniciar su trasteo de muleta y al primer pase se evidencia que el toro está rajado. Intenta por derechazos al hilo de tablas, pero no hay material alguno y decide acertadamente abreviar. Estocada en todo lo alto y el toro dobla sin puntilla, escuchando palmas de agradecimiento del público.
Recibe con bellas verónicas Joaquín Galdós a su primero, rematadas con tres medias que calientan inmediatamente al público. Brinda a la concurrencia y empieza su trasteo doblándose por bajo para luego ligar por derechazos. Hay varias tandas con la misma mano con mucha vibración, incluso iniciando una de ellas con tres molinetes de rodillas. Intenta por naturales y, aunque es mejor el pitón derecho del toro, no pierde vibración la faena. Cita en redondo en una tanda final con la derecha y toma los aceros con el público entregado. Estocada un pelín desprendida y demora en doblar el toro jabonero de El Olivar. Una oreja y vuelta al ruedo al animal, que largamente termina siendo el mejor del festejo.
Lancea a la verónica Galdós en su recibo al cuarto, que tiene muy poca transmisión. Ya de muleta, se dobla por bajo el peruano en el inicio de faena e hilvana una buena serie de derechazos. De ahí en más, hay varias series con la derecha de gran factura e intensidad, con temple y mando, haciendo estallar al público. Pincha arriba y coloca luego una estocada entera, mereciendo un apéndice que el público inexplicablemente no solicita y todo queda en palmas que agradece Galdós desde el callejón.
El sexto no toma con fijeza el capote de Galdós y se limita a pegar algunos lances de tanteo. Aprieta en banderillas y en la muleta el animal desarrolla muchas dificultades así que, tras pegar algunos pases de castigo, a la usanza antigua, decide abreviar. Estocada en buen sitio y efectiva, siendo silenciada la labor del matador nacional y recibiendo pitos el toro en el arrastre.
Un aspecto especialmente relevante para tener en cuenta tiene que ver con las condiciones del ruedo durante la tarde, pues éste no se encontraba correctamente regado, lo que ocasionó una polvareda permanente que generó una visible incomodidad en los toreros. Esperemos que ello pueda ser debidamente corregido para los próximos festejos, pues es fundamental para el normal desenvolvimiento de la lidia.
Finalmente, les presentamos una breve síntesis de los toros lidiados durante el festejo:
N° | NOMBRE | COLOR | PESO | LIDIADOR | GANADERÍA |
264 | “Ratón” | Castaño | 515 | Andrés Roca Rey | San Pedro |
271 | “Lúcumo” | Jabonero | 503 | Joaquín Galdós | El Olivar |
582 | “Arrebato” | Negro | 487 | Andrés Roca Rey | Santa Rosa |
19 | “Liberal” | Negro | 515 | Joaquín Galdós | Los Azahares |
286 | “Argumento” | Negro | 557 | Andrés Roca Rey | Paiján |
360 | “Dichoso” | Negro | 540 | Joaquín Galdós | San Pedro |